Bienvenidos al Tren
Todos los santos días la misma historia! Corriendo, cruzando las vías desesperada por vivir la cotidiana odisea del Metropolitano. Entrar al tren ya es toda un aventura, codazo tras codazo en el anden para ver quien es el afortunado en quedar paradito en frente de la puerta cuando nuestro amigo frene. ¡Bingo! Sos acreedor de uno de los premios y "podés" subir. Ya estamos arriba, empieza lo mejor.
En primer lugar tenés que conseguir un lugar en donde no te amasen tanto. El medio es lo peor. También hay que elegir los compañeros de ruta durante esos 30 minutos. Cagaste si quedaste rodeado de un tipo que tiene mal aliento, una mina de perfume apestoso o de algún pobre ser que ha cenado porotos, lentejas o simplemente es un pedorro, nunca mejor utilizado.
Una vez elegido el lugar, el segundo paso es ver como carajo ponés el orto para que no te lo manoséen (tanto). Podés resignarte a las tocaditas "sin querer" o podés resistir. Tenés un par de opciones, a saber: tapártelo con la mochila, bolso, diario, pegarte contra algún asiento, quedar delante de una mina que se tapa sus partes delanteras con su bolso o adoptar la filosofía del "relájate y goza".
Muchas aventuras en un sólo viaje. Podés lograr una orgía disimulada, una clase de yoga (cuando tratás de rascarte cualquier parte de tu cuerpo y esta quedó en la zona desconocida, no tenés más opción que meditar) podés volver a tu infancia y jugar al "Nudo", hasta podés lograr un Pap y una Mamografía en menos de 5 minutos sin costo adicional (para nosotras), probar si sos verdaderamente macho (para ellos). Si necesitas una sesion de quiropraxia o simplemente probar tu fuerza al aguantar los trapos cuando llega la hinchada, el tren también es lo ideal.
Si quieren gozar de masajes, un baño turco y de un profundo tacto: "Síganme. No los voy a..." Bueno, Síganme!!!
Post dedicado a mi amigo pppersonal Rick Hunter, vecino de la casa.
Lo dijo: Tina - 8:50 a. m. -
jueves, agosto 04, 2005
Y bue...
Me aburri de mí ¿Adónde me devuelvo?
Quiero saber como bajó la locutora (ni pienso tipear ese nombre ridículo que tiene, pobre Freddy) esos 32 kilos que dice! Ok, estoy con esos ataques inculturales
Mañana voy al showroom de Novias
Sigo empastillada por el neurólogo pero sin sedantes
Estoy a full con Floricienta
Un idolo: El Pato Pijudo
Hoy se me pegó: Vaaaaaaaca te queremos, vaca te adoramos, vos nos das la leche y nosotros la tomamos. Ayer: Malo, malo, malo eressssssss
Mejor le doy el sí a los sedantes
Lo dijo: Tina - 2:55 a. m. -